por Luis Lidón
VIENA, Austria.- La Comisión de Estupefacientes -el órgano ejecutivo de la ONU en materia de drogas- decidió aplazar hasta diciembre una histórica votación para reducir las restricciones al uso terapéutico del cannabis debido a las divisiones entre los Estados, según han confirmado a la agencia EFE fuentes diplomáticas.
La Comisión, que se celebra esta semana en Viena, consensuó una resolución para aplazar el voto con el fin de “aclarar las implicaciones y las consecuencias” de esa decisión, “teniendo en cuenta su complejidad”.
La votación de los 53 Estados de la Comisión estaba prevista para esta semana tras una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para eliminar el cannabis de la lista IV de sustancias prohibidas de la Convención sobre drogas de 1961.
En ese tratado, el cannabis está clasificado en las listas I y IV, esta última reservada a las drogas más peligrosas y bajo control más estricto, como la heroína, y a las que se les otorga escaso valor médico.
De aprobarse, serían unos de los cambios de mayor calado en las convenciones internacionales sobre drogas en los últimos 60 años.
La recomendación del Comité de Expertos de la OMS en Farmacodependencia -en su primer estudio dedicado al cannabis desde que se fundara la organización en 1949- era retirar esa planta de la lista IV, la más restrictiva, pero que continúe en la I.
En la lista I se encuentran sustancias como la morfina, también bajo control internacional por su carácter adictivo, pero accesibles con supervisión profesional por sus reconocidas virtudes médicas.
Este histórico cambio en las convenciones internacionales sobre la droga más consumida del mundo generó un gran debate en la Comisión, entre aquellos países con una visión más liberal y los que defienden una política de mano dura.
No sería una legalización
De aprobarse los cambios propuestos por la OMS, el cannabis seguiría siendo una droga ilegal, pero al quedar en la lista I su acceso para fines médicos y terapéuticos sería mucho más fácil que hasta ahora.
Además, se recomienda que uno de sus componentes con virtudes terapéuticas, el cannabidiol (CBD), deje de ser ilegal si sus preparados contienen menos de un 0,2 % de THC, el principio psicoáctivo.
Una portavoz de la OMS explicó a EFE que la recomendación se basa en las evidencias científicas sobre las virtudes médicas del cannabis.
“Un menor control permitiría una mayor investigación científica sobre los posibles usos médicos. Al mismo tiempo, el nuevo nivel de control recomendado aseguraría restricciones suficientes para proteger de los daños del consumo”, explicó.
División en la comisión
En los últimos lustros, más de una treintena de Estados legislaron sobre el acceso médico al cannabis y sus derivados, ya que demostraron resultados en una variedad de tratamientos de enfermedades y terapias paliativas ante transtornos neurodegenerativos, como el parkinson.
Las convenciones le dan a la OMS el mandato de revisar sustancias y recomendar su control adecuado a los Estados, pero son estos los que deciden los cambios en la Comisión de Narcóticos.
De forma habitual, se aceptan las recomendaciones científicas de la OMS, pero, según resumió una fuente diplomática al tanto de las negociaciones, “una cuestión técnica se ha vuelto política”.
Algunos Estados, especialmente Rusia, China y Pakistán, consideran que relajar el control del cannabis envía el mensaje equivocado en un momento en el que algunos países, como Canadá o Uruguay, legalizaron la marihuana violando tratados internacionales.
La recomendación de la OMS llegó a la Comisión a principios de 2019, poco antes de la reunión de ese año, por lo que se aplazo hasta 2020 porque algunos Estados pidieron más tiempo para reflexionar. Ahora se ha vuelto a aplazar para clarificar las consecuencias de esa decisión.
Según otra fuente diplomática, de haberse votado esta semana es probable que la recomendación no hubiera salido adelante por las reticencias de países asiáticos y árabes, y la posición poco clara de numerosos Estados latinoamericanos donde hubo cambios de Gobierno recientemente.
La Unión Europea respaldó la recomendación de la OMS en sus puntos principales aunque pidió clarificar algunos aspectos que pueden llevar a la confusión.
Una regulación compleja
El presidente entre 2017 y 2019 del órgano de la ONU encargado de supervisar el cumplimiento de los tratados -la JIFE-, Viroj Sumyai, que ahora dirige una compañía de cannabis medicinal en Tailandia, defendió los valores terapéuticos de esa planta, pero consideró que las recomendaciones de la OMS deben ser más claras.
Por ejemplo, según explicó a EFE, la OMS recomienda que los extractos y tinturas de cannabis se eliminen de la Lista I, esto es, que se legalicen y no estén bajo control.
Sumyai dijo que se debía esclarece cuál sería la situación legal de estos productos, qué se entiende exactamente por extractos y tinturas, si se trata de preparados o de si los medicamentos ya existentes en el mercado con esos elementos deben de pasar de nuevo controles farmacológicos.
“Creo que la situación es mucho más compleja y se deben esclarecer algunas cosas, porque de lo contrario se generaría confusión”, concluyó.
Tom Blickman, analista del Transnational Institute (TNI), ve en este aplazamiento otra prueba más de un sistema internacional de control de drogas cada vez más fragmentado y en el que es muy complicado encontrar acuerdos de mínimos, aunque sea a la hora de adoptar decisiones basadas en criterios científicos.
EFE